Detención a militar por crimen de los dos jóvenes en San Agustín

 



El inaceptable caso del asesinato de dos menores de 14 y 16 años de edad ocurrido el domingo pasado en el municipio de San Agustín, en el sur del Huila, tiene un nuevo capítulo. El militar que estando en servicio disparó su fusil de dotación contra los adolescentes, fue judicializado y cobijado con detención en guarnición militar.

La decisión la tomó ayer un Juez contra Carlos Humberto Mayorga Biojó, de 25 años de edad, como fue identificado el soldado profesional orgánico del Batallón Magdalena que en medio de un retén militar accionó su arma de dotación.

Los hechos que terminaron con el doble crimen, ocurrieron en la vereda El Palmar, a media hora del casco urbano de la capital arqueológica del Huila, en momentos en que la Policía y el Ejército desplegaban un operativo para disipar las aglomeraciones y mitigar la propagación del coronavirus.

La versión que entregó en Neiva el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, es que el uniformado disparó, luego que los menores salieran en una motocicleta a alta velocidad para eludir a las autoridades, desatendiendo la orden de pare. Y se apresuró a decir que el episodio correspondía a una “decisión individual de un soldado del Ejército Nacional”.

Sin embargo, el Ministro no explicó qué tuvo en cuenta el militar para accionar su arma de dotación contra un ‘blanco’ que no representaba ninguna amenaza.

El desenlace no pudo haber sido más dramático. Producto de las balas disparadas por el soldado Mayorga Biojó, natural del municipio de Tumaco, Nariño, murieron los menores Joselino Irua Delgado y Hemerson Alejandro Dussán Puentes, de 14 y 16 años de edad, respectivamente.

Los adolescentes fueron auxiliados y recibieron atención médica, pero los proyectiles alcanzaron órganos vitales y fallecieron horas después, uno en el Hospital de San Agustín y el otro en el Hospital Departamental ‘San Antonio’ de Pitalito.

Las investigaciones

Tras los hechos, que desataron profunda indignación en la región y fuertes críticas en redes sociales, el CTI de la Fiscalía, con sede en Pitalito, asumió la investigación del caso.

Los investigadores, además de la inspección técnica a los cadáveres de los menores, adelantaron una visita al lugar de los hechos y recolectaron la munición del arma de fuego accionada por el soldado, un fusil ACE 23.

También identificaron e individualizaron al uniformado y lo sometieron a la denominada prueba del guantelete para corroborar los residuos de los disparos.

La acción de los investigadores del CTI incluyó, así mismo, entrevistas a personal del Batallón Magdalena y de la población de la región en donde ocurrió el sangriento episodio.

A la cárcel

Durante las audiencias de rigor, un Juez legalizó la captura del soldado Mayorga, a quien la Fiscalía acusó de “haber disparado de manera indiscriminada contra los adolescentes civiles que no portaban armas y se encontraban en estado de indefensión”.

Luego de los argumentos esbozados por el ente acusador, el togado decidió decretar en contra del uniformado medida de aseguramiento con detención privativa de la libertad en guarnición militar.

Ayer mismo, el soldado Mayorga Biojó fue trasladado al Batallón Magdalena, con sede en Pitalito, en donde deberá cumplir la medida impuesta.

El uniformado no aceptó cargos.

Tomado de La Nación