La joven trabajaba criando
pollos con su esposo y tenían como sueño montar su propio salón de belleza,
luego de invertir sus ahorros.
A Juliana Giraldo Díaz la recuerdan
por su alegría, por soñar en grande y por amar a su esposo, Francisco
Larrañaga, con quien llevaba tres
años de relación y desde hacía uno vivían en Miranda, norte del Cauca.
La mujer, de 38 años de edad, pertenecía a la comunidad LGBTI y era reconocida en el
mencionado municipio por sus ganas de salir adelante y por esquivar toda clase de críticas.
La muerte de Juliana se dio hacia las 9:00 de la mañana de este jueves,
24 de septiembre, cuando se
movilizaba junto a su pareja y dos personas más en la vía que
comunica a Miranda con Corinto.
De acuerdo con Francisco, uniformados
del Ejército les dispararon cuando se movilizaban por el sector conocido
como Guatemala.
En medio del retumbar de los disparos, uno de los proyectiles impactó a la mujer en la cabeza y le
quitó la vida de manera instantánea.
“Somos personas de bien. Yo trabajo con alimentos, vendo pollo, pescado,
ella era estilista. Nosotros no
tenemos antecedentes, íbamos por la vía pública y el vehículo tiene los papeles
al día”, sostuvo Francisco en BLU Radio.
“No teníamos armas, no temíamos
drogas, nosotros no somos ninguna amenaza como para que el Ejército nos hubiera atacado así. Hoy murió
ella, pero nos pudieron haber
matado a los cuatro”, recalcó.
De acuerdo con Andrés David Romero Rojas, vocero de la comunidad LBGTI
en Miranda, el hecho tiene con la moral por el suelo a la ciudadanía, pues
recuerdan a Juliana con mucho cariño y su fallecimiento es considerado “como uno de los golpes más duros que
han recibido”.
“Francisco también trabajaba arreglando vehículos y junto a Juliana
criaban pollos para venderlos y así ahorrar porque soñaban con montar su propio
salón de belleza. Ella murió y se llevó
su sueño al más allá”, dijo.
“En los pueblos todos se conocen
con todos y ellos eran muy conocidos, esto es muy triste porque ya no se puede confiar ni en la misma
institucionalidad”, añadió.
De acuerdo con Romero, en el transcurso de este jueves, o el amanecer
del viernes 25 de septiembre, sostendrán
una reunión con la Alcaldía de Miranda, para establecer qué tipo de
protesta realizarán rechazando la
muerte de la joven.
“Quedamos con mucho miedo y más aún que pasamos a tener temor con los
retenes del Ejército con todo esto
que está pasando”, puntualizó.
El cuerpo de
Juliana permanece en Medicina Legal donde le harán el proceso de necropsia, luego será sepultada en Miranda, donde soñaba
crecer de la mano de su esposo.